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Liquen plano pilar
El liquen plano pilar es un tipo de alopecia cicatricial de origen autoinmune que afecta con mayor frecuencia a mujeres adultas, aunque también puede aparecer en hombres. En esta condición, el sistema inmunológico ataca la raíz del cabello, provocando una pérdida capilar permanente con formación de cicatriz en el cuero cabelludo. Su causa exacta aún se desconoce. No es una enfermedad contagiosa ni está relacionada con alergias.
Síntomas del liquen plano pilar
Los síntomas más habituales incluyen:
- Picor persistente o intermitente en el cuero cabelludo.
- Molestias o dolor al tacto, conocidos como tricodinia.
- Enrojecimiento e inflamación local en la zona afectada.
- Pérdida de cabello en áreas localizadas, de forma progresiva.
La evolución del liquen plano pilar puede ser impredecible: alterna períodos de actividad inflamatoria con otros más estables sin síntomas ni caída capilar activa. Es una enfermedad de larga duración.
Diagnóstico del liquen plano pilar
Para confirmar el diagnóstico es fundamental la valoración de un dermatólogo especializado en tricología médica. Es habitual que esta alopecia se confunda en sus etapas iniciales con otros tipos más comunes, como la alopecia androgenética o el efluvio telógeno.
Las herramientas diagnósticas clave es la tricoscopia digital, que permite detectar signos característicos como la hiperqueratosis peripilar (descamación alrededor del folículo) o pequeñas zonas con cicatriz. En muchos casos, puede ser necesaria una biopsia del cuero cabelludo para confirmar el diagnóstico y contribuir a la investigación clínica.
Tratamiento y control del liquen plano pilar
El objetivo del tratamiento es controlar la inflamación y frenar la progresión de la caída capilar. Durante las fases activas se aplican tratamientos que ayudan a reducir la respuesta autoinmune. En etapas de estabilidad, se proponen cuidados que buscan mantener la enfermedad inactiva el mayor tiempo posible.
Entre las opciones terapéuticas más habituales se encuentran:
- Aplicaciones tópicas localizadas, recomendadas para reducir la inflamación directamente sobre el cuero cabelludo.
- Terapias sistémicas clásicas, indicadas en ciertos casos según la valoración médica y con le objetivo de frenar la respuesta errónea del sistema inmunológico contra el folículo piloso.
- Tratamientos complementarios no invasivos, como el láser de baja potencia (LLLT), que emplea luz con una longitud de onda específica para modular la inflamación. Puede utilizarse como apoyo durante las fases de mantenimiento.
- Nuevas terapias inmunomoduladoras avanzadas, siempre tras una valoración médica completa y para pacientes que requieren un tratamiento a medio o largo plazo.
Todos los tratamientos deben ser indicados y supervisados por un dermatólogo con experiencia en alopecias cicatriciales. Un seguimiento adecuado permite minimizar el impacto de esta condición y preservar la salud capilar el mayor tiempo posible.