
¿Qué hábitos que influyen en la alopecia femenina?
La alopecia androgénica femenina es un problema que tiene una base genética importante (LINK sobre genes en alopecia androgénica). La herencia familiar puede definir si la mujer sufrirá una alopecia o, por el contrario, tendrá un cabello denso y resistente a la calvicie. Sin duda, la genética y las rutas metabólicas que dependen de ella son los factores más importantes en el desarrollo de la alopecia femenina.
Sin embargo, de vez en cuando surgen estudios clínicos que nos hacen reflexionar sobre el papel que juegan otro tipo de factores. Me refiero a hábitos de vida que pueden hacer que la balanza de la alopecia femenina se incline más hacia uno u otro lado, y que muchas veces no los consideramos relevantes.
Es muy frecuente que en consulta, ante un caso de alopecia femenina, surjan dudas sobre qué tipo de dieta llevar, hábitos que puedan ayudar a frenar el proceso y el papel que juegan algunas situaciones concretas. Conocer este tipo de estudios científicos nos ayudan a aconsejar correctamente a las mujeres que padecen alopecia.
Un estudio científico se centró en analizar precisamente eso: cómo influyen otras circunstancias de la vida de una mujer en el desarrollo de la alopecia, independientemente de su biología. Se consiguieron datos y analíticas sanguíneas de más de 26000 mujeres. El estudio se realizó en Taiwan, por lo que hay algunos detalles que no se pueden extrapolar a otros países del mundo. Pero la mayoría de las variables estudiadas no dependen de la zona del mundo donde se viva, como veremos a continuación.
Los factores que se relacionaron con una mayor probabilidad de desarrollar alopecia fueron:
- Los niveles de glucosa en ayunas: una forma indirecta de detectar diabetes o intolerancia a la glucosa. Cuando decimos intolerancia a la glucosa no nos referimos a un tipo de alergia, sino a la antesala de padecer diabetes, ya sea por una predisposición familiar o por una dieta no muy saludable. Sabemos, además, que los niveles de glucosa e insulina están alterados en problemas como el síndrome del ovario poliquístico, y sabemos que ese síndrome se relaciona con la aparición de alopecia. Cuando se regula la glucosa en ayunas (con una dieta saludable, o en casos más acentuados añadiendo además medicación) se previene este factor de riesgo de alopecia androgénica. (*LINK sobre el papel de la dieta en la alopecia androgénica).
- Número de embarazos: tener 3 hijos o menos (o ninguno) favorece la aparición de alopecia en mujeres que tengan predisposición a padecerla. Esto sucede porque durante el embarazo cambia de forma muy importante el perfil hormonal de una mujer. El balance estrógenos/progestágenos se modifica y ese cambio del embarazo tiene un efecto protector contra la alopecia femenina. (*¡Importante! – Muchos tratamientos médicos contra la alopecia no son compatibles con el embarazo: LINK).
- Lactancia materna: si se tienen hijos, alimentar al bebé con lactancia materna protege a la madre de padecer alopecia androgénica. Es uno más de los muchos beneficios de la lactancia para la madre.
- Uso de anticonceptivos: la toma de anticonceptivos orales durante 1 año o más tiempo también se ha identificado como un factor protector contra la alopecia femenina. De hecho, durante muchos años los anticonceptivos fueron una de las opciones de tratamiento contra la alopecia femenina más recomendadas. Es importante resaltar que no todos los anticonceptivos tienen ese efecto protector, solamente los que tienen un perfil antiandrogénico pueden ser beneficiosos.
- Actividad al aire libre: las personas que trabajan al aire libre, caminaban para ir a su trabajo, tenían costumbre de hacer deporte fuera de edificios… en resumen: tenían una actividad física moderada en espacios abiertos, tenían menor riesgo de padecer alopecia. Sin duda, otros de los beneficios del ejercicio físico y, sobre todo, de nuestra rutinas del día a día. Evitar el sedentarismo (en despachos, sofá, coche…) y favorecer la actividad física en espacios abiertos previene la alopecia femenina.
También es interesante ver qué factores no se relacionaron con un mayor riesgo de alopecia femenina. Padecer hipertensión arterial, niveles altos de colesterol o ácido úrico no tienen un papel relevante. El síndrome metabólico (la combinación de lo anterior y obesidad) si parecía influir negativamente. La exposición solar y utilizar protección solar fueron factores protectores contra la alopecia, pero seguramente se deba a que la gente que hace más vida al aire libre también se exponga más al sol y se proteja de él. En este estudio no se relacionó el tabaco ni la toma de alcohol con un mayor riesgo de alopecia femenina, pero muchos otros estudios han demostrado lo contrario.
Para finalizar, es importante recordar que, a pesar de todo lo explicado anteriormente, recordar que el factor más importante para la aparición o no de una alopecia femenina sigue siendo la predisposición personal a padecerla. Y eso lo define la herencia genética tanto por parte materna como paterna. Los otros factores explicados pueden hacer que la alopecia femenina aparezca antes y de forma más severa, o después y con un grado más leve. Además, si ponemos todo de nuestra parte para evitar los factores negativos, el tratamiento médico contra la alopecia será más efectivo.