5 CLAVES PARA RECONOCER UN MAL TRASPLANTE CAPILAR

5 CLAVES PARA RECONOCER UN MAL TRASPLANTE CAPILAR

El injerto capilar es una cirugía que puede cambiar la vida de las personas haciendo que recuperen el cabello perdido. La técnica de microinjertos permite conseguir un resultados totalmente natural y un buen seguimiento médico asegura que la mejoría persista durante años. Sin embargo, cuando el procedimiento no se realiza correctamente el resultado puede ser nefasto y, a veces, difícil de solucionar.

 

A continuación voy a explicar 5 puntos clave para que puedas reconocer un mal trasplante capilar.

 

1. Microinjertos en fila india

 

La naturaleza no es exacta y la distribución natural del cabello en nuestro cuero cabelludo tampoco. Las raíces del pelo aparecen salteadas, a veces agrupándose en 3-4 tallos y otras dejando pequeñas zonas descubiertas. Esta distribución caprichosa de los folículos pilosos es esencial para mantener una naturalidad en un trasplante y el cirujano capilar procura respetarla. Un error funesto es colocar los folículos pilosos alineados de forma perfecta, de tal forma que alternas filas de trasplante y líneas sin trasplantar. Hay dos motivos para cometer este error: falta de preparación del cirujano capilar y acortar la duración de la cirugía para ahorrar costes.

 

Folículos pilosos inmediatamente después del trasplante perfectamente colocados en líneas, como si de una huerta se tratara.

 

Otra imagen de un trasplante con los folículos puestos en fila, igual que una reforestación o un campo de olivos de Andalucía.

 

2. Línea de nacimiento recta

 

Si la distribución del cabello en el cuero cabelludo es irregular también lo va a ser en la línea de nacimiento. Es fácil de comprobar por uno mismo. Basta con echarse el pelo para atrás y ver cómo crece en la línea de la frente. Verás pelos más adelantados y otros más detrás. Un fallo importante es colocar los folículos al mismo nivel. Es mucho más fácil, claro, pero el resultado posterior es completamente antinatural. Afortunadamente se puede llegar a solucionar con un pequeño retoque trasplantando otros folículos que rompan esa simetría artificial.

 

Resultado final del trasplante. Llama la atención el límite recto perfecto que el cirujano capilar la dejado en la línea de nacimiento.

3. Entradas en picos

 

Las entradas en el cabello pueden ser especialmente pronunciadas en los hombres. Muchas veces es un rasgo que aporta masculinidad y no tienen porqué ser antiestéticas. Pero a veces es la principal preocupación y el trasplante capilar es la mejor solución para recuperar el pelo en esa zona. El diseño del trasplante en las entradas previo a la cirugía es muy importante. Se debe respetar la forma redondeada de la línea de nacimiento para conseguir un resultado natural. A pesar de esto cada vez es más frecuente encontrar diseños realmente extraños, con entradas formando una esquina perfecta “en pico” o ángulos de 90 grados. Hay culturas que se peinan de esta forma, rasurando el vello de las entradas para dejar límites perfectos, pero en nuestro entorno europeo no es habitual. El resultado final es artificial y con difícil solución.

 

Un diseño curioso del trasplante capilar con unas entradas rectas, de escuadra y cartabón.

 

Este paciente va a tener un 2×1. Unas entradas en pico y una línea de nacimiento hecha con un compás.

4. Zona donante apolillada

 

Esto supone un problema grave en el trasplante capilar. La zona donante es la región de la nuca y laterales, ya que ahí el cabello es resistente a la alopecia y puede recogerse para el trasplante. Un buen cirujano capilar sabe que hay un límite en el número de cabellos que pueden recogerse en la zona, porque si lo sobrepasamos se pueden crear zonas de calvicie permanente. Cuando esto pasa se generan dos problemas: la alopecia de esa zona es totalmente antinatural con un resultado cosmético pésimo, y además destruimos la zona donante que sería el único recurso para reparar zonas de alopecia.

 

Paciente meses después de someterse a un trasplante capilar tipo FUE con un cirujano capilar que no se había estudiado esa parte de la cirugía. Una situación irreparable.

 

5. No se habla de tratamiento médico

 

Este punto va más allá de la técnica quirúrgica, es algo que se reconoce en la propia consulta médica con el cirujano capilar antes del trasplante. Hay que desconfiar de un tricólogo que a la hora de planificar el trasplante capilar no llegue a hablar del tratamiento médico de la alopecia, porque el trasplante capilar nunca sustituye al tratamiento médico. Es verdad que el pelo trasplantado no se vuelve a caer, pero lo habitual es que el resto del cabello se vea afectado por la alopecia de manera progresiva (sobre todo en pacientes jóvenes). La única forma de frenar este proceso para mantener el buen resultado después de un trasplante a largo plazo es seguir un tratamiento médico. Este tratamiento puede ser desde un tratamiento intensivo (oral, infiltraciones locales, lociones, etc.) hasta un cuidado cotidiano más básico, dependiendo de cada caso. A las pocas personas que no requieren tratamiento médico el cirujano capilar les explicará por qué pueden prescindir de él, pero nunca será un tema tabú en la consulta previa al trasplante.