
Pulsos semanales de dexametasona en alopecia areata
En la alopecia areata el cabello puede volver a crecer con un tratamiento médico que controle la reacción inflamatoria. Los corticoides orales son la primera opción en casos extensos, pero asocian efectos secundarios indeseables. Los pulsos semanales de dexametasona son una opción más cómoda, mejor tolerada y más efectiva a largo plazo.
La alopecia areata es una alopecia autoinmune en la que el sistema inmunitario forma una inflamación en la raíz del cabello produciendo su caída. Cuando la inflamación cesa el cabello vuelve a crecer, por lo que todos los tratamientos están dirigidos a controlar esa inflamación. En los casos de alopecia areata extensa (multifocal, total o universal) es recomendable iniciar un tratamiento oral, siendo la primera opción los pulsos semanales de dexametasona.
El tratamiento tiene las siguientes ventajas:
- Se trata de un tratamiento oral que se puede tomar en casa. Se evitan así inyecciones intramusculares.
- Se toma en dos dosis semanales, dos días seguidos (por ejemplo, lunes y martes o viernes y sábado). Así no hay que tomar todos los días medicación.
- Se disminuyen los efectos secundarios notablemente. Es poco frecuente la ganancia de peso o retención de líquidos, mientras que con las pautas clásicas diarias es casi constante.
La dosis recomendable es de 0,1 mg/kg/día. Por lo que una persona de 60 kg tomaría 6 mg cada día. En casos seleccionados se puede incrementar o disminuir la dosis. Una vez iniciada se debe mantener un mínimo de 3-4 meses, que es cuando se comienzan a ver los efectos del tratamiento. Es recomendable tomarlo en el desayuno, de esta forma coincide con un «pico» de producción natural de corticoides que todos tenemos a primera hora de la mañana.
La tasa de respuesta es alta. Alrededor del 70-80% de los pacientes responden favorablemente. Cuando se responde adecuadamente el tratamiento se mantiene unos meses más para recuperar todo el cabello y después se suspende poco a poco. Durante la suspensión pueden aparecer nuevos brotes de alopecia areata con pérdida de pelo focal. Estos brotes se pueden controlar con microinyecciones locales de triamcinolona. Si la pérdida es más extensa se puede planificar un tratamiento que sustituya a los pulsos de dexametasona, como la inmunoterapia tópica con difenciprona o la ciclosporina. En los casos en el que el tratamiento no ha sido efectivo se procede a la suspensión progresiva. No haber respondido una vez a este tratamiento no excluye que se pueda volver a probar en un futuro.
Como decíamos antes, los efectos secundarios clásicos de los corticoides en pauta diaria (aumento de peso, retención de líquidos, hinchazón de cara, etc) son mucho menos frecuentes y cuando aparecen son menos marcados. El principal efecto secundario que asocia el tratamiento es nerviosismo o insomnio los días que se toman los pulsos orales (similar a tomar mucha cafeína ese día). Al aparecer sólo puntualmente los días de la toma de tratamiento se suele tolerar bien y rara vez obliga a reducir dosis o suspender el tratamiento. En pacientes adultos, especialmente mujeres, puede ser recomendable tomar suplementos de calcio durante el tratamiento con pulsos. El tratamiento no excluye otros efectos adversos derivados de la toma de corticoides a largo plazo (cataratas, osteoporosis, etc.), pero bajo control médico y con esta pauta los riesgos son mucho menores que con otras opciones.
En conclusión, los pulsos orales con dexametasona es una opción cómoda y muy efectiva que merece la pena intentar en todos los pacientes con alopecia areata extensa, siempre que no haya un motivo médico que lo impida.