Alopecia areata y celiaquía: ¿existe una relación?

Alopecia areata y celiaquía: ¿existe una relación?

La alopecia areata es una enfermedad autoinmune en la que nuestras defensas atacan al pelo y provocan su caída temporalmente. Al ser un problema inmunológico se ha estudiado su relación con otros problemas similares, como la celiaquía. Los estudios científicos de los últimos años han aclarado la relación entre la alopecia areata y la celiaquía.

 

En la alopecia areata el sistema inmunológico ataca de forma selectiva al folículo piloso, es decir, a la raíz del cabello produciendo su caída de forma temporal, aunque a veces las zonas de alopecia pueden mantenerse en el tiempo. Las células inmunológicas que atacan al pelo son los linfocitos, unas células encargadas de defendernos de enfermedades infecciosas y que se caracterizan por tener memoria. Estas mismas células están implicadas en el desarrollo de la celiaquía, pero en este caso los linfocitos se activan en presencia de la gliadina, una molécula que deriva del gluten. Tanto la alopecia areata como la celiaquía son enfermedades relativamente frecuentes entre los niños y desde hace décadas se ha estudiado la relación que pueda existir entre ellas.

 

¿Es más frecuente la celiaquía en niños con alopecia areata?

Aunque no se conoce la cifra exacta de pacientes con alopecia areata o con celiaquía, se piensa que ambas pueden presentarse en el 1-2% de la población de forma independiente. Existen muchas estudios que relacionan la existencia de ambas enfermedades en grupos de personas. Sin embargo, la mayoría de estos estudios presentan varias limitaciones:

 

1. Se realizaron en la década de los 90 del siglo pasado, cuando los test analíticos eran menos específicos (por ejemplo, se analizaban los anticuerpos anti-gliadina, en vez de los anti-transglutaminasa).

2. Muchos de los pacientes diagnosticados como celíacos en realidad no tuvieron un diagnóstico definitivo mediante biopsia intestinal a través de una endoscopia, sólo tenían anticuerpos en la analítica.

3. Eran grandes series de casos, es decir, sólo se describían pacientes con areata y celiaquía, no se tenía en cuenta a pacientes con alopecia areata y sin ninguna sospecha de celiaquía.

 

El estudio más reciente sobre este tema se ha realizado en Estados Unidos mediante el National Alopecia Areata Registry. En él se establece una frecuencia de celiaquía del 0,31% entre los niños menores de 13 años con alopecia areata, una cifra más baja que la población general. Por lo tanto, nada nos indica que la celiaquía sea más frecuente en personas con alopecia areata.

 

 

¿Una dieta libre de gluten puede mejorar la alopecia areata?

La alopecia areata puede ser una enfermedad muy desesperante. Cuando aparece en forma de pequeñas calvas suele requerir tratamiento local (infiltraciones con corticoides) y/o oral durante varios meses, y cuando pensamos que ha terminado puede volver a reaparecer. Todavía más desesperante puede ser la alopecia areata total o universal, en la que se pierde todo el pelo y se altera la imagen de uno mismo. Esto hace que muchas veces las personas que la sufren intenten buscar alguna causa más allá de la oficialmente establecida y el gluten suele ser un sospechoso habitual. Seguramente porque la enfermedad celiaca ha pasado de ser una rareza a ser algo muy conocido y divulgado en la sociedad (para bien de las personas celiacas, por cierto), y cada vez es más frecuente encontrar publicidad positiva de alimentos libres de gluten.

 

No hay ningún estudio científico que relacione la alimentación con gluten al desarrollo de alopecia areata. Por otro lado, es verdad se han publicado casos de pacientes que han recuperado el cabello después de comenzar una dieta libre de gluten. Sin embargo, son casos muy aislados y se han publicado prácticamente el mismo número de casos en el otro sentido (pacientes que mantienen su alopecia areata a pesar de haber iniciado una dieta libre sin gluten).

 

Realizar una dieta libre de gluten no es algo irrelevante. Supone un esfuerzo personal y económico muy importante para las personas que la realizan. La decisión debe tomarse después de confirmarse un diagnóstico de celiaquía, de hecho si se inicia una dieta libre sin gluten por elección propia después las pruebas médicas para comprobar si una persona es celiaca pueden no ser válidas.

 

¿Merece la pena realizar un estudio de celiaquía en personas con alopecia areata?

Pues como podemos imaginar después de lo que he explicado anteriormente: inicialmente, no es necesario realizar pruebas de celiaquía en personas que tengan alopecia areata. Tener alopecia areata no aumenta el riesgo de tener enfermedad celiaca. Sólo se recomendaría realizar pruebas de celiaquía a personas con síntomas digestivos, anemia por niveles bajos de hierro, pérdida de peso, etc. Es decir, como cualquier otra persona. Las pruebas de confirmación siempre deben realizarse antes de suspender el gluten, tanto la analítica como la biopsia intestinal.

 

Sí que existen otras alteraciones que se han asociado a mayor riesgo de enfermedad celiaca y que merece la pena realizar las pruebas de confirmación aun sin síntomas o alteraciones analíticas sugerentes de celiaquía. Algunas de estas enfermedades son la diabetes tipo 1, el hipotiroidismo autoinmune, el síndrome Turner, el síndrome Down, el síndrome Williams, el déficit de inmunoglobulina A, la artritis crónica juvenil y la dermatitis herpetiforme.